Empezar la nueva temporada siempre es bonito. Las efémeras revoloteando
por el estomago, encontrarte otra vez con las aguas del río.
La tranquilidad de estar donde estas y haciendo lo que
quieres hacer.
En esta ocasión el río bajaba perfecto de agua, incluso más
caudal que en la temporada pasada las mismas fechas, el día mágico, con una
temperatura casi estival.
Faltaron las truchas a la cita, ni verlas, ni tocarlas. El primer bolo de la temporada, escuece menos siendo el primer día. Esperando que sea solo debido a la temperatura del agua y las truchas vayan saliendo de sus escondites invernales.
Un abrazo y buena pesca a todos.
Queda mucho, esto solo acaba de empezar. Me ha gustado lo "efémeras en el estómago" es justo la sensación jeje
ResponderEliminarUn saludo
Seguro que si y cambia la cosa.
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