Hace años que he dejado de hacer inventos. Me refiero a buscar nuevas zonas de pesca. Antes una de cada diez veces terminaban con éxito, el resto te pasabas la jornada pensando que estás haciendo allí (seguro que donde siempre ya llevaría unas cuantas truchas).
Llevaba tiempo pensando en ir a una nueva zona, una cabecera de un río que pesco bastante pero más abajo. Llamado más por la belleza de la zona que por otra cosa, ya tenía estudiado el tramo; Por donde bajar y por donde acabar. Hoy me he animado a probar el invento. Tenía intención de hacerlo más adelante (con más jornadas buenas a las espaldas, por si acaso). Pero el justito caudal de río aguas abajo me ha hecho adelantar la visita. De todos modos una vez allí, si hubiera llevado dos palmos menos de agua no habría sufrido tanto en algunos tramos cerrados en el congosto.
El lugar es de una increible belleza, el río con fuerte desnivel pero poblado de grandes piedras en el cauce que amansan las aguas detrás de estas y permiten tentar bien a nuestras amigas.
La pesca ha sido abundante, más de lo que me esperaba. Las truchas han entrado muy bien y sin miramientos a las ninfas, seguramente y dado la dureza del tramo están poco pescadas. En total unas 18 saltarinas y fuertes truchas, por poner un pego la nula actividad arriba. Otra jornada sin ver a ninguna subir y eso que hoy había unos pardones como puños que hasta a mí me abrían el apetito.
Saludos y buena pesca.
