Aprovechando unos días de descanso tras hacer cajas y más
cajas, nos hemos acercado a Huesca a pasar unos días en el pueblo de mi pareja.
Eso significa que he podido pasarme por los ríos en varias ocasiones. Además ha
sido eso “pasarme” más que otra cosa. Joder como estaban las truchas. Nada que
ver con lo que había dejado. Hacía tiempo que no las encontraba tan duras y
rebeldes. Por que conozco los tramos que sino, pensaría que allí no quedan
truchas.
Todas las jornadas han sido de una calor bestial, rozar los
30 grados en la alta montaña no es muy normal, supongo que eso y que no les ha
dado la gana, han contribuido a unas jornadas escasas en capturas y en tamaño.
A las 12:00 del mediodía ya plegaba la caña la mayoría de
los días no sin antes soltar alguna frase como: Anda y que les den por el…
Las que he podido clavar han sido a ninfa y actividad arriba
poquísima, un par de truchas cebándose que gracias a Dios he podido engañar y
poco más. Jornadas de sacar entre 7-10 truchas, en cotos y tramos donde en
condiciones normales sueles clavar varias docenas de buenas truchas. No he
estado presente en ningún momento de esos en los que mueven un poco. En fin, la
pesca es así y estos días tan duros hacen que luego las buenas jornadas tengan
mucho más valor.
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| LA ÚNICA DE TAMAÑO POTABLE |
Un saludo y buena pesca a todos.
